lunes, 30 de abril de 2012

HOLLANDE, LA ESPERANZA


Decía Winston Churchill que un buen político es aquel capaz de predecir lo que sucederá mañana y convencer al día siguiente que mejor fue que no se hubiese cumplido su predicción.
(Hoy :Os prometo que las lechugas no se secarán pues mañana lloverá.-Mañana no llueve.-Pasado mañana: Mejor que no haya llovido pues el agua estropearía la polinización de los naranjos en flor).
Quizás esto era lo que esperaba el gobierno de Rajoy. Sabían que no llovería, pero esperaban que la ciudadanía entendiera que eran más importantes las naranjas que las lechugas.
Por eso están perplejos ante la reacción ciudadana.
Pero señores, es que ustedes no solo se cargan las lechugas y también las naranjas, ¡se cargan todo el huerto y envenenan la huerta!.
No se puede gobernar al dictado de la Sra. Merkel, que defiende unos intereses, los de sus electores alemanes, que no se corresponden con los de la mayoría de los españoles. Y además presumir de soberanía.

Por el horizonte francés se acerca un viento de esperanza que puede barrer de esta Europa ciega por las nieblas del liberalismo económico y mediático la mentira de que la derecha nos va a sacar de la crisis en la que nos hundió. “Alemania no va a decidir por toda Europa", afirmó Hollande en la cadena pública de televisión 'France 2'. "Le diré (a Merkel) que el pueblo francés ha elegido renegociar el tratado. Sin poner en cuestión la seriedad presupuestaria, la disciplina, le diré que no se pueden lograr los objetivos marcados si no hay crecimiento económico", precisó. "Me presento para cambiar las cosas en Francia y en Europa", agregó Hollande, quien destacó: "Somos uno de los países líderes en Europa y lo que haga el pueblo francés modificará considerablemente la situación" en la UE.  
"Incluso los expertos económicos y los mercados creen que sin medidas de estímulo no se podrán cumplir los compromisos sobre la deuda".

Todos los grandes cambios políticos que hicieron que Europa fuese el espejo del mundo en cuestión de libertades y derechos sociales tuvieron su cuna en Francia.
Veamos algunas de las propuestas de este moderado socialista normando:

Bajo el lema de "El cambio es ahora", su programa político propone una regeneración del estado incidiendo en las políticas sociales que piensa financiar subiendo los impuestos a los ricos. Proyecta contratar más maestros para las escuelas, devolver la policía de proximidad a los barrios conflictivos, fijar la edad de jubilación a los 60 años, establecer un 'contrato de generación' por el cual los trabajadores veteranos al borde del retiro compartirán su puesto con jóvenes a los que formarán, conceder el derecho de voto en los comicios locales a los emigrantes, legalizar el matrimonio homosexual... Por otro lado, rechaza adoptar la regla de oro y anuncia que, de llegar al Elíseo, renegociará el tratado europeo de austeridad para que incluya eurobonos y ayudas al crecimiento.
Sus antagonistas se preguntan cómo piensa financiar todo eso sin recortar gasto público y él habla de recuperar el Impuesto sobre la Fortuna, modular el cociente familiar y establecer un IRPF del 75% para directivos que cobren más de 500.000 euros anuales.
Como podemos ver, propone una política económica expansiva con esencias keynesianas. Justamente lo contrario de lo que hizo y sigue haciendo la derecha europea, aunque la brisa francesa ya ha hecho reaccionar a los líderes continentales que piden un cambio de rumbo en la economía. Esperemos que la profesora Merkel le dicte a su grumete Marianito para que escriba en el cuaderno de abordo:
30-04-2012: 180º a babor”

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